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En un pequeño pueblo, cerca de Lisboa, una joven mujer se llevó una gran sorpresa al ver que había llamado a su puerta un extraño, que muy correctamente vestido le pedía algo de comer. Lo siento – le dijo ella - pero ahora mismo no tengo nada en casa que ofrecerle. No se preocupe, le dijo amablemente el personaje, tengo una piedra de sopa en mi cartera. Si Usted me permitiera solamente echarla en una olla de agua hirviente, yo haría la más exquisita sopa del mundo. Si Usted quisiera, consígame una olla muy grande, por favor. A la mujer más que nada le picó la curiosidad, puso una gran olla con agua al fuego y fue a contar el secreto de la piedra a sus vecinas.
Cuando el agua rompió a hervir, todo el vecindario se había reunido allí para ver a aquel extraño y su piedra de sopa. El extraño dejó caer la piedra en el agua, luego probó una cucharada con verdadera delectación y exclamó: ¡ Deliciosa ! Lo único que necesita es unas cuantas papas. - ¡ Yo tengo unas papas en mi cocina !, gritó una mujer, y en pocos minutos estaba de regreso con una gran fuente de papas peladas que fueron derecho a la hirviente sopa aquella.
El extraño volvió a probar el brebaje: ¡ Excelente !, dijo, y añadió como en forma pensativa: - Si tuviéramos a la mano un poco de carne, haríamos un cocido más apetitoso... Otra ama de casa salió zumbando y regresó con un enorme pedazo de carne con hueso que el extraño - tras aceptarlo muy cortésmente – lo introdujo en el puchero.
Cuando el agua rompió a hervir, todo el vecindario se había reunido allí para ver a aquel extraño y su piedra de sopa. El extraño dejó caer la piedra en el agua, luego probó una cucharada con verdadera delectación y exclamó: ¡ Deliciosa ! Lo único que necesita es unas cuantas papas. - ¡ Yo tengo unas papas en mi cocina !, gritó una mujer, y en pocos minutos estaba de regreso con una gran fuente de papas peladas que fueron derecho a la hirviente sopa aquella.
El extraño volvió a probar el brebaje: ¡ Excelente !, dijo, y añadió como en forma pensativa: - Si tuviéramos a la mano un poco de carne, haríamos un cocido más apetitoso... Otra ama de casa salió zumbando y regresó con un enorme pedazo de carne con hueso que el extraño - tras aceptarlo muy cortésmente – lo introdujo en el puchero.
Cuando volvió a probar el caldo, puso los ojos en blanco y dijo eufórico: - ¡ Ahhhh, qué sabroso !; ahora, si solamente le agregáramos unas cuantas verduras, todo esto sería perfecto, total y absolutamente perfecto...
Una de las vecinas fue corriendo hasta su casa y volvió con una cesta llena de cebollas y zanahorias... Después de introducir las verduras en el puchero, el extraño probó nuevamente la sopa y con tono autoritario dijo: - La sal. Aquí la tiene, le dijo la dueña de casa. Y a continuación, dio otra orden: ¡ Ahora... platos para todo el mundo !.
Una de las vecinas fue corriendo hasta su casa y volvió con una cesta llena de cebollas y zanahorias... Después de introducir las verduras en el puchero, el extraño probó nuevamente la sopa y con tono autoritario dijo: - La sal. Aquí la tiene, le dijo la dueña de casa. Y a continuación, dio otra orden: ¡ Ahora... platos para todo el mundo !.
La gente que se había ido juntando se apresuró a ir a sus casas en busca de platos y algunos de ellos regresaron trayendo incluso pan y hasta frutas.
Luego se sentaron todos a disfrutar de la espléndida comida, mientras el extraño repartía abundantes raciones de su increíble sopa.
Luego se sentaron todos a disfrutar de la espléndida comida, mientras el extraño repartía abundantes raciones de su increíble sopa.
Todos se sentían extrañamente felices mientras reían, charlaban y compartían por primera vez su comida. En medio del alborozo, el extraño se escabulló silenciosamente, dejando tras de si la milagrosa piedra de sopa, que ellos podrían usar siempre que quisieran hacer la más deliciosa sopa del mundo...
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La inteligencia humana, compone todo y saca aún a los pueblos enteros de las supuestas 'Crisis', como la actual (Ojo).
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Con cariño, ALF, el 'tapatío', su amigo mexicano y jalisciense al 100%. Saludos.
2 comentarios:
HOla Alf,precioso relato,ojala fuese tan facil el salir de la crisis como tu lo planteas arrimando cada uno un poquito.
Pero no creo que eso sea tan facil,como van los tiempos hoy en dia,seria lo ideal.Pero mucho egoismo tiene la viña del señor,y mucha envidia.
Un besito con cariño.
A cada uno nos toca poner nuestra arena o nuestra piedrita, y si es del tamaño de la de la foto, ¡ mejor !
La Crisis está dificil y compleja, pero será mil veces peor si nosotros no hacemos nada por remediarla. Niños, jóvenes, adultos, viejos, todos unidos saldremos adelante. Y más si tenemos Fe. ¡ Adelante..!
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