sábado, 18 de abril de 2009

VIEJA LEYENDA DE UN CONVENTO DE MONJAS, Y SUS SABROSAS RECETAS DE COCINA.







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En alguno de los más antiguos Conventos de Monjas de clausura de la llamada Nueva España, pese a que la regla era solamente aceptar como 'Novicias' jovencitas españolas y criollas, era evidente que algunas de ellas tenían sangre indígena, como la dulce hermana Paula, originaria del entonces reino de Michoacán, famoso por sus artesanías y riquísima comida y las especialidades del pescado bagre del lago de Pátzcuaro.
Otras venían de Puebla, Oaxaca y algunas más al Sureste del país.
Ante la muerte casi cierta de Sor Serafina, encargada por años de la cocina del Convento, el afán por demostrar sus talentos culinarios dominaba a muchas monjas que buscaban adquirir un puesto con cierta responsabilidad mayor, pero igualmente las notables ganancias en 'poder' y en 'prestigio' que eso daba.
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Sor Serafina murió un mes después, días posteriores a que el Padre Miguel le insinuara a la jovencita Ignacia la conveniencia de ingresar en forma definitiva a la Orden. Sin embargo, sus padres ya le habían encontrado para ese entonces un partido ventajoso y la mandaron llamar con bastante premura. Entonces la Hermana Juana quedó en su apreciado lugar por un número larguísimo de años.
Pero mucho tiempo después, Ignacia de Jesús, ya viuda y con una numerosa descendencia, practicaba con ágil destreza las recetas que un día aprendiera en su paso por aquel Convento, entre otras, aquellas, las muy sabrosas “Entomatadas” y la deliciosa "Sopa Tarasca” que fue su especialidad.
He aquí que rescatamos la afamada receta de la citada “Sopa Tarasca”.-
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Cantidades para 6 porciones:
3 tazas de frijoles bayos ya cocidos; 4 tazas de caldo de frijol; 3 jitomates; 1/2 taza de cebolla en rebanadas finas; 1 diente de ajo picado; 2 cucharadas de manteca de cerdo; 2 tazas de caldo de pollo; 200 gramos de queso fresco; 6 cucharadas de crema ácida; 3 chiles pasilla; 6 tortillas de maíz cortadas en tiras delgadas, fritas y escurridas.
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Su fácil preparación:
Se muelen los frijoles con su caldo para obtener una crema homogénea. Ya limpios los tomates, retirarles las semillas y cortarlos en trozos medianos. Caliente la manteca, se fríe en ésta el ajo y la cebolla. Se agregan los tomates y se cocinan por tres minutos. Vierta enseguida la crema de frijol y cocínela por otros diez minutos más, a fuego suave. Enseguida, vierta el caldo de pollo lentamente y deje hervir por diez minutos más.
Sazone de sal y sírvala bien caliente, decorando cada tazón o plato hondo con queso, crema, las tortillas preparadas y tiras de chile pasilla dorado en grasa.
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Amigos del Blog: Con comidas como esta, la dura estancia en los Conventos de clausura se hacía más llevadera, pues con la barriga llena y satisfecha, "lo demás, es lo de menos", decimos en mi tierra...
Los invito a probar este suculento platillo antiguo, nacido de las manos santas de Madres o Monjas de hace muchísimos años.
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Con todo cariño, ALF, el 'tapatío'. Es un escrito rescatado del arcón de mis recuerdos.

3 comentarios:

ALF dijo...

'Tarasco' es un nombre popular para los aborígenes de Michoacán y todo lo de esas tierras, aunque se le considera peyorativo, ya que la raza de dicha región se llama en realidad, "Purépecha".
Fue en aquellos tiempos un reino importante que dominaba el lago de Pátzcuaro, parte importante del gran lago de Chapala y extensas y ricas tierras agrícolas.

Ana dijo...

Curiosa receta, pero me parece muy apetecible para estos días tan lluviosos que tenemos por el mediterraneo.

Tomo nota de la receta!!!

Gracias y saludos desde Menorca!!!!!

ALF dijo...

Nueva amiga Ana... veo que no solo me has escrito sino ya que te anotaste para seguir mi sencillo pero variado y para mi interesante Blog.
Muchas, muchas gracias desde el Occidte. de mi México, en Zapopan (Jalisco) Mpio. conurbado con Guadalajara.
Leo que vives en una de esas islas maravillosas que me quedé con muchas ganas de conocer.
Te mando saludos afectuosos, besos y apapachos al estilo nuestro.