martes, 17 de noviembre de 2009

MIS RECUERDOS DE AQUELLOS PASEOS EN TIEMPO DE LLUVIAS O EN VACACIONES DE VERANO.








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El tiempo de lluvias y de las vacaciones de Verano, me trae recuerdos de nuestra niñez a los que ya llegamos a la "tercera edad", cuando en la sencillez de antaño, un día de campo en cualquier sitio fuera de la ciudad, era mejor que una aventura de las de ahora a los grandes centros de diversión con hermosas canchas empastadas, alberca de olas, toboganes, juegos mecánicos o electrónicos y servicios de todos, muy completos en elegantes terrazas. ¡ Cuánto disfrutamos bañándonos entre perfumadas jaras en aquel claro riachuelo que cruzaba donde hoy luce enorme, Plaza Patria !
Ya pocos recuerdan que recién inaugurada llegó un fuerte temporal que llenó su cauce desecado, e inundó y llenó de lodo ese Centro Comercial y su estacionamiento...
Por los rumbos de la hoy céntrica Colonia Providencia, con grandes zonas arboladas de eucaliptos, nos reuníamos sábados o domingos familias emparentadas, amistades mutuas y nosotros aún chiquillos, para departir en amena "chorcha" los ricos “taquitos sudados” hechos ese mismo día temprano, y recalentados en fogata de carbón, que era mi tarea prender y mantener viva. Mis preferidos eran de rica tinga poblana, o de sopa de arroz con chícharitos, de papas con huevo y longaniza, de sabroso picadillo ranchero, de carne de res, que mi mamá llamaba ‘de fonda’ (puntas de filete con papas y jitomate en trozos, cebolla y chile verde), de chorizo frito y doradito, de hígado de res encebollado, de chicharrón en chile pasilla, de frijolitos "chinos", refritos en manteca, de acelgas con crema y queso Oaxaca, y de carnitas de cerdo estilo Uruapan.
Todos ellos, aderezados al gusto tras rescatarlos del comal, con salsas de jitomate o tomatillo con cebolla y cilantro, fruta y chiles en vinagre, requesón fresco, queso y panela de la sierra, rodajas de cebolla desflemada y la ricura de los súper picosos chiles verdes toreados, jalapeños, serranos, o los güeros "capones" asados con sal de grano.
Para abrir el apetito se organizaban juegos diversos para los "peques" y los que aún tuviesen alma de niño, como “la trais”, los encantados, el "chinchilegua" o el burro brincado; el grupo de los jóvenes jugábamos beisbol, volley o a tirar “penales” con balón, usando como portería cualquier par de árboles separados entre sí algunos metros. Mientras, los grandes descansaban, charlaban en forma amena, jugaban a la lotería, dominó o con cartas españolas en albures, tutte o conquián y libaban licores o refrescos, con ricas botanas de "pico de gallo", cacahuates, habas y pepitas de calabaza doradas.
En ésos tiempos recuerdo que llovía a lo grande, con fuertes vientos, rayos y centellas por acá característicos; estábamos pendientes de las nubes del rumbo de San Pedro, que de seguro caerían en torrencial diluvio sin darnos tiempo a recoger los restos de aquella ‘marraneada’, las rejas con cascos de refrescos llenos y vacíos, bancos, frazadas y cojines, antes de protegernos dentro del coche y rezar porque encendiera sin dar problemas. Por ser el mayor de la muchachada, casi siempre me tocaba bajarme en pleno aguacero a "darle cran" al auto de mi padre, que consistía en una ayudadita con la manivela manual, misma que al girarla con fuerza dentro de un orificio, destrababa los engranes y así se obtenía el rápido encendido del motor.
Ya de regreso a casa, volvía el apetito feroz y nos disponíamos a cenar, recalentados, el resto de los “tacos paseados y sudados” sobrante del mediodía, que a esa hora de la noche, escuchando muy tranquilos la Radio en familia, y ya bastante cansados, era todo un señor banquete, acompañándolos con agua fresca de frutas o un rico café con leche.
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Como ven, conservo viva mi memoria y gracias a eso les puedo compartir estos, para mi bellos recuerdos de una niñez y juventud que dejé muy atrás, hace mucho más de medio Siglo.
Su amigo de corazón; ALF, el 'tapatío' que les agradece visitar su Blog.

3 comentarios:

ALF dijo...

Por favor,luego me dicen si con esa variedad de "tacos paseados", no se les hizo "agua la boca" como a mi, a pesar de ya no poder comer como antes lo hacía...
Mi madre tenía riquísima sazón para sus guisos, y afortunadamente cuando me casé, mi esposa siguió y muchas veces mejoró esa gran dicha que disfruto a diario... ALF.

Unknown dijo...

que lindos recuerdos traes para que disfrutemos juntos!!
es una forma de conocernos más..
gracias!!!!!

besos

Leonardo dijo...

Saludos ALF, con estos relatos se me antoja haber nacido en otro tiempo, porque la verdad ahora poco se disfruta a pesar de como comentas tenemos tantas cosas, no hay como lo de ANTAÑO.